Para paladares exquisitos, este podría ser el titular de esta pequeña reseña.
La “last season” como dicen lo yankies se desarrolla durante la campaña electoral que designará el sucesor a Joshua Bartlet. La contienda entre el líder republicano [Alan Alda] y el demócrata [Jimmy Smits] alcanza un nivel aceptable, la última parte que narra el traspaso de poderes entre las administraciones entrante y saliente cojea un poco más, pero sin duda podemos afirmar que finaliza manteniendo el status de calidad con él nació. Seguramente no es de las mejores temporadas de la serie, pero la serie en si puede ser de las que mayor calidad alcanzó en la historia de la televisión.
Bradley Whitford que encarna a Josh Lyman antigüo ayudante del Jefe de Gabinete de la Casa Blanca y ahora director de campaña de Matt Santos, el líder demócrata, es el personaje sobre el que recae el peso de toda la temporada, dado que la apariciones de otros personajes importantes son mucho más intermitentes. A lado de Josh como siempre Donna Moss a la que da vida Janel Moloney y que es contratada para trabajar en la campaña del candidato Santos, en esta temporada su papel se hace menos atractivo y la química con Lyman se pierde.
Gran serie creada por Aaron Sorkin, guionista de aquella inquietante “Alguno Hombres Buenos” y ganador del Oscar de la academia por “La Red Social”, un genio del medio.
Maltratada repetidamente por el ente público hasta el punto de haberse perdido en la parrilla de programación sin probabilidad alguna de seguimiento.
Rescala.
C.
No hay comentarios:
Publicar un comentario