31 de mayo de 2013.
España//Madrid//Auditorio Miguel Ríos.
20:45 Horas
64,50 €
Set List:
01. Moonchild
02. Can I Play with Madness
03. The Prisoner
04. 2 Minutes to Midnight
05. Afraid to Shoot Strangers
06. The Trooper
07. The Number of the Beast
08. Phantom of the Opera
09. Run to the Hills
10. Wasted Years
11. Seventh Son of a Seventh Son
12. The Clairvoyant
13. Fear of the Dark
14. Iron Maiden
15. Aces High
16. The Evil That Men Do
17. Running Free
¡Corre hacia la colina!
Nunca pudo ser mejor explicada la llegada al Sonisphere 2013. Salimos del barrio a las ocho de la tarde con un sol de justicia, no hubo más remedio dado que mis dos acompañantes no podían desligarse de sus quehaceres hasta dicha hora. A pesar de ser una misión harto complicada, viernes, treinta kilómetros, la carretera de la playa, conseguimos alcanzar el objetivo poco antes de las nueve menos cuarto horario previsto para el despegue.
El Auditorio Miguel Ríos se encuentra en lo alto de una montaña que en otro tiempo fue un vertedero de basura, quizás para la ocasión hubiera sido más místico decir que debajo descansaban los caídos de alguna mítica revolución. Dentro del enorme y rojizo anfiteatro, un tanto inhóspito, hordas de heavies uniformados con sus negras camiseta aguardaban cara al sol [nunca comprenderé que un cabeza de cartel actúe a plena luz del día] esperando la aparición de la “Doncella de Hierro”.
Sonaban los primeros acordes del “Doctor, Doctor” de UFO desde aquella máquina del tiempo que sin saber cómo ni porque se había trasladado hasta aquí desde un 18 de septiembre de 1988. El sol y el viento no impedían que la masa enloqueciera con “Moonchild”, pero el lamentable sonido que no mejoro en todo el set, deslució nuestro reencuentro.
Me pareció mágico volver a disfrutar de aquel megamontaje del pasado. Predominaba el azul helado del álbum “Seventh Son of a Seventh Son”, Eddie, siempre protagonista en las decenas de impresionantes telones, varios autómatas gigantes, hasta de carne y hueso se le pudo ver en “Run To The Hills”. El juego de luces hexagonales, hoy desaprovechado, es sencillamente espectacular. La artesanía y el ingenio suplían a la tecnología de nuestro tiempo.
La banda volvió a convencerme, esta vez por su poderío y profesionalidad. Contundentes y compactos desgranaron muy probablemente lo mejor de su historia que, como es habitual, corresponde a la primeros LPs. Dickinson a un gran nivel vocal continúa escenificando su papel de maestro de ceremonias a la perfección. Adrian Smith y Dave Murray han acogido en su seno al señor Gers convirtiéndose en una máquina de escupir riffs míticos. Harris y McBrain forman la base rítmica más sólida del Heavy Metal.
Toda esta historia no hubiera sido posible si el destino, al que debemos seguir sin preguntar, no se cruza por mi camino en forma de gemelos gallegos. Gracias a ellos pude recordar aquel septiembre caluroso del ochenta y ocho en el que Alejandro todavía veía los conciertos desde la platea. Ahora los ve desde algún lugar de las nubes. Espero que Carlos y Miguel disfrutaran tanto como tú y yo.
Lo único que me falto fue “Die With Your Boots On”, pero eso es otra historia.
C.
