jueves, 29 de diciembre de 2011

Drive

Drive.
2011.
Estados Unidos.
5 sobre 5.

Dirección: Nicolas Winding Refn.
Guión Hossein Amini.
Música: Cliff Martinez.
Fotografía: Newton Thomas Sigel.
Montaje: Matthew Newman.
Interpretes: Ryan Gosling, Carey Mulligan, Christina Hendricks, Oscar Isaac, Bryan Cranston, Albert Brooks, Ron Perlman, Tina Huang, Joe Pingue, Cesar Garcia, Tiara Parker, James Biberi, Jeff Wolfe, Christian Cage, Chris Smith, Chris Muto, River Stone Mckeever, Sarah Adela Tirado, Wray Gould, Steve Knoll.

¿Por qué un tiburón no puede ser bueno?

Así se resume está extraordinaria película, por la que Ryan Gosling no está nominado a los globos de oro. A pesar de no ver las otras por las que sí lo está, estoy completamente convencido de que es la mejor interpretación de todas.

Drive es una maravillosa joya. Estas joyas son muy difíciles de encontrar, hay que buscar y buscar en la cartelera, y a pesar del gran número de estrenos anuales, muchos años pasan sin encontrar un tesoro parecido.

No tenía ninguna noticia de Nicolas Winding Refn, director de 41 años, de origen Danés que creció en la gran manzana. Ha realizado varios films entre ellos la trilogía Pusher y Valhalla Rising. Tendremos que revisar el primer Pusher, parece lo más destacable. Ahora, sin embargo, puede presumir de haber esculpido su nombre entre los ganadores del festival más prestigio de todos, el premio al mejor director de Cannes de este año.

La depurada escena inicial que nos presenta el salpicadero de un Chevy Impala manejado por un enigmático conductor, que ya anuncia que estamos ante la sorpresa de la temporada. Este es el comienzo de una turbadora y hechizante historia que arranca y concluye de manera redonda, presidida por una identidad visual heredera de la pelis de acción de los ochenta, pero desarrollada de una manera mucho más estética y con una narrativa exquisita. Cada escena está cuidada al máximo, no existe un fotograma de relleno y todos intentan alcanzar un cine de la máxima altura. El ritmo es extenuante, crece, crece sin pausa, hasta cortarnos el aliento. Creo que estuve más de una hora sin respirar. Sencillamente una obra maestra en su género.

La vida del conductor en una vida muy espartana. Metódico, frío, misterioso y solitario, trabaja en un pequeño taller y posee una increíble habilidad para conducir. Ante él se cruzan Irene y Benicio, una vecina y su hijo, por la que siente una atracción especial, lo que desestabiliza su equilibrio emocional. El magnetismo del personaje de Gosling es sobrecogedor, no puedes dejar de admirar esa manera tan segura de andar por Los Ángeles. Ser capaz de transmitir tanto con tan poco. Según avanzamos hacia el infierno su rostro deja de ser tan sereno y sus palabras empiezan a multiplicarse, descubriendo un resquicio de su lado más oscuro. Carey Mulligan, Irene, realiza un trabajo acorde con la producción. Una mujer frágil, casada, que se ve arrastrada por el magnetismo animal de nuestro protagonista, a pesar de su difícil situación. Ron Pearlman, Brian Cranston y Albert Brooks, magníficos, recrean el ecosistema del hampa angelino, al más puro estilo del cine negro de clásico.

La música de Cliff Matínez, antiguo batería de los Red Hot Chili Peppers y colaborador habitual de Steven Soderbergh desde “Sexo, Mentiras y Cintas de Video”, nos regala una evocadora vuelta a los sintetizadores de aquella maravillosa década, y introduce la música como un protagonista más en la trama, tan importante como los silencios, los pequeños gestos, las medias sonrisas.

No hay nada en ella que podamos mejorar, ni siquiera su abierto y de nuevo excelente final. Muy de cuando en cuando no topamos con una obra que perdurará en el tiempo. Esta lo hará.

Ve a verla YA.

C.

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